Suena a frase cliché, pero podemos afirmar que esta pandemia nos tomó a todos por sorpresa, incluyendo también a los que vivimos del mundo y para el mundo de las relaciones públicas las cuales cambiaron durante el 2020, pues en medio de esta emergencia se modificó por completo la forma en la que realizabamos nuestro trabajo; el relacionamiento con los medios de comunicación dio un vuelco ya que, por este impase y por la misma crisis económica, requerían priorizar las pautas, las alianzas y otros mecanismos que les permitieran obtener una retribución monetaria a cambio de apoyar la divulgación de un contenido, por lo cual ya no bastaba solamente con que fuera un contenido valioso, sino que se empezaba a dificultar un poco más desarrollar las acciones de Free press.
Dada esta coyuntura, para seguir ejecutando estos planes de medios, tuvimos que replantearnos la gestión de Relaciones Públicas durante el 2020 para encontrar otro camino que nos permitierá seguir obteniendo resultados a pesar del impacto de la pandemia. Fue así que tuvimos que reinventarnos y crear una nueva forma de persuadir a nuestros aliados mediáticos, produciendo contenidos más estratégicos para estos momentos que estabamos viviendo, los cuales se adaptaran y aportaran a la actual situación mundial.
Pasaba el tiempo y efectivamente la necesidad de crear un cambio en la manera en que operabamos se hacía cada vez más evidente. Fue así, como desde mi experiencia y trayectoria relacionándome con los medios de comunicación del país, realicé un análisis de cuál era esa forma en la que mi círculo de periodistas recibía con más acogida la información que le brindaba. Y es en ese momento, donde a través de mi reflexión personal, pude determinar que gran parte de mis fuentes y contactos en los medios, estaban acogiendo contenidos que abordaran una historia capaz de humanizar a las entidades, las personas y las marcas.
Es decir, los medios estaban buscando contenidos que generan una conexión y que tuvieran la capacidad de crear algún tipo de identificación y vínculo con la audiencia, sin dejar de lado el aporte coyuntural que encierra la historia, como lo era en este caso poder asociar el contenido o la información a la situación de emergencia que nos interesaba a todos y, a su vez, dejar claro cómo el contenido que estabamos ofreciendo se involucraba desde alguna perspectiva con ello.
Con lo anterior una de las enseñanzas y recordatorios durante el 2020, es que como PR o profesional en Relaciones Públicas no podemos perder de vista lograr convertir de manera permanente el material comercial de nuestro cliente en contenido informativo y de valor, que genere interés y sea llamativo para la ciudadanía y/o sus públicos objetivos, pero también que genere conexión, vínculo e identidad a través de la humanización de la marca.
Esto último resulta también paradójico porque con la masiva digitalización que experimentamos durante este 2020, más que referirnos a medios o públicos objetivos, ya hablamos de un mar de información virtual donde el internauta es quien decide qué tipo de información consumir; una situación que a mi parecer se debe aprovechar, pues a diferencia de lo que puedan pensar otros PR sobre que esta digitalización nos dificulta llegar a un público objetivo, considero que por el contrario tenemos una gran ventana llena de oportunidades.
Durante este año, en medio de la adaptación tecnólogica repentina, también desde el ámbito de RRPP se nos han abierto posibilidades para captar el interés de nuevos públicos que también quieran consumir la información que producimos, logrando así alcanzar mayor visibilización por parte del cliente potencial y expandir nuestro alcance, mientras seguimos creando contenido valioso, justamente con el propósito de posicionar una marca, un cliente, una entidad o el proyecto para el que estemos trabajando.
Es así como esta nueva realidad digital en la que hemos vivido los profesionales de las Relaciones Públicas durante este 2020, nos ha enseñado que en el momento de ejecutar nuestras acciones de Free press, ya no podemos catalogar un medio como grande o pequeño, sino que debemos analizarlo a la luz de las oportunidades que tiene por ofrecernos. Ha llegado el momento de ampliar la gestión de PR e incluirla de lleno en la dinámica de la digitalización, con la claridad que se debe seguir realizando a partir de una estrategia, con enfoque y con orientación, dependiendo del tema que se quiera divulgar al momento de ejecutar cada acción.
Aquí el reto que se mantiene con mayor ímpetu para nosotros, los encargados de las Relaciones Públicas, seguirá siendo tener la capacidad de lograr visibilizar a nuestros clientes en medio de este entorno digital, retomando esos atributos que destacan el aporte útil que como marcas pueden generar en la sociedad desde su respectivo ámbito.
Hola, soy Lina Vásquez Arciniegas Comunicadora social, especialista en comunicación estratégica, relaciones públicas y comunicación externa. Mi misión es acompañarte en la creación de estrategias y planes de medios capaces de visibilizar y posicionar tu organización, evento, campaña o proyecto social y/o cultural.
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