Sí eres parte de las organizaciones que reconocen la importancia de promover culturas organizacionales saludables, positivas, empáticas y éticas, te explicaré 5 pasos básicos que debes tener en cuenta para empezar y llevar a cabo este plan desde un camino exitoso y sostenible en el tiempo.
Recuerda que solo puedes cambiar aquello que ya has identificado, por eso la importancia de investigar, reconocer y tomar conciencia sobre cuál es la cultura actual a través de una escucha activa, lo cual requiere la atención plena de todos los sentidos (no solo el oído).
De este modo vale la pena realizarnos la siguiente pregunta ¿Podrías describir cómo es la cultura organizacional actual de tu empresa?
Quizás te has quedado en blanco y es completamente normal, ya que aunque estemos inmersos en una cultura no siempre es fácil identificarla porque muchas veces al ser parte de nuestra rutina se nos convierte en paisaje.
Sin duda este es un paso primordial para empezar a llevar a tu organización hacia esa cultura soñada, debes conocer cuál es la actual y qué te gustaría descartar o conservar en esta migración. Solo así podrás reconocer qué tan grande es la brecha que separa a la una de la otra y de esta manera poder tener en cuenta todo aquello que necesitarás para cerrarla y alcanzar tu objetivo.
A continuación te comparto algunas preguntas guía:
Nota: Empieza prestando atención a los líderes, ya que son ellos quienes la evidencian, fortalecen, normalizan y promueven con mayor fuerza.
Aunque el término «influencer» pareciera ser nuevo, la verdad es que este rol siempre ha estado presente en la sociedad, la comunidad en general y, por supuesto, en nuestras organizaciones. Por esta razón los líderes y directivos deben ser los primeros en encarnar los nuevos valores, principios, filosofía y manifiestos de la nueva cultura a instaurar.
Y no será solo a través de un anuncio, un e-mail o una reunión, sino que deben ser embajadores diarios de este tipo de cultura desde su manera de actuar, relacionarse y comunicarse. Ellos tienen una gran responsabilidad en sus manos: influenciar positivamente y promover el cambio en su gente.
Ojo que no se trata solo de informar. En este punto veremos la comunicación como lo que realmente es: un proceso dinámico de retroalimentación.
Por lo tanto, además de incluir piezas informativas para informar sobre nuestra MMV (misión, visión y valores), difundir el nuevo manifiesto de nuestra cultura o el nuevo código de ética, también generaremos encuentros reales, con una comunicación bidireccional, valorando la retroalimentación.
Te recomiendo que sin importar si son presenciales o virtuales, estos sean espacios inclusivos, de escucha, participación abierta y socialización desde un enfoque más cercano, humano y empático.
Crear una nueva cultura o transformarla no es algo que suceda por arte de magia.
Para que los integrantes de la organización logren interiorizar y darle vida a estas nuevas creencias, rituales, hábitos y valores, necesitaremos tiempo.
Por lo cual el principal ingrediente será la paciencia. Insistir, persistir y no desistir serán 3 claves en este proceso, junto a la importancia de realizar evaluaciones periódicas del plan ejecutado, ya que solo así podremos saber sí vamos por buen camino o sí debemos corregir algo sobre la marcha.
Recuerda que lo que no se mide no se puede controlar y esto también aplica para este caso.
A lo largo del tiempo y con el fin de seguir fortaleciendo la interiorización y vivencia real de la nueva cultura adoptada, será necesario que se evidencien los aciertos de los integrantes de la organización cuando logran demostrar encarnar esa cultura deseable en su día a día.
Hola, soy María Isabel Vargas Comunicadora Social – Periodista, Especialista en Comunicación Organizacional, Humanista y Promotora de la «Comunicación que Humaniza», un enfoque propio que he ido creando con el propósito de contribuir a la construcción de un mundo mejor a través de mis servicios para organizaciones que se sientan atraídas por apostarle a mi promesa de valor para Marcas más Humanas y Humanos más Felices.
Durante más de diez años he logrado conocer de cerca las diferentes dinámicas, necesidades y desafíos del mundo organizacional, comprendiendo que las estrategias más efectivas siempre serán humano-céntricas y que el mundo de hoy nos pide una manera de comunicar, vender, actuar y relacionarnos mucho más coherente, ética, como también socialmente-ambientalmente responsable.
Otras entradas relacionadas